Así nos robaron las bicicletas

Por. Iván e Ivonne

Hace unos meses compramos unas bicicletas cansados del transporte tradicional. La idea era desplazarnos en bici por toda la ciudad y ahorrar el dinero de los pasajes e ir cubriendo el costo de éstas. Nuestra vida cambió por el simple hecho de movilizarnos casi por cualquier lugar por la mañana y la tarde-noche. Ver la cantidad de carros atascados en los trancones hacía que la sensación de ir en bici fuera especial.

Compramos unas GW con marco de aluminio de referencia Hawk y Wolf, frenos de disco mecánicos Shimano, suspensión suntour, rines GW doble pared y un par de luces para hacernos visibles en las noches. A parte de desplazarnos al trabajo, a la casa o al estudio, queríamos hacer montaña los fines de semana. Pero la dicha solo duró 20 días.

En nuestro sitio de trabajo, en la carrera 7 con 81, hay un parqueadero en el sótano disponible para los funcionarios. Allí dejamos nuestras bicicletas al igual que los demás compañeros. Todas con su respectivo candado. Una mañana parqueamos las bicis, las aseguramos y subimos a la oficina. A las 11 de la mañana yo, Iván, tuve que bajar al sótano a verificar unos inventarios, entonces me percate que nuestras bicicletas no estaban. Inmediatamente llame a mi hermana para saber si ella por alguna razón había tomado las bicis (fue una reacción tonta porque era yo quien tenía las llaves de los candados). La respuesta de ella lógicamente fue de asombro y sorpresa al enterarse que ya no estaban en donde las habíamos dejado. Verifique los candados y el desconsuelo fue mayor al ver que los habían cortado. Reporte el robo internamente en la oficina y procedimos a revisar las cámaras de seguridad y logramos ver cómo fue el robo.

Cerca de las 8:30 de la mañana, en un descuido en la entrada vehicular una persona ingresó al parqueadero. Varios funcionarios no se percataron del delincuente. En las cámaras se ve como el individuo saca de una maleta una herramienta con la que corta los candados y se lleva una bicicleta. Dos horas más tarde, de la forma más descarada, el ladrón ingresa nuevamente a las instalaciones y saca la segunda bici. Fue muy triste darnos cuenta que nos habían robado algo que únicamente usamos por 20 días. Siempre será decepcionante que nos quiten lo que hemos conseguido con  esfuerzo.

El robo se reportó a la Policía y le entregamos el video de las cámaras, a pesar de que no se alcanza a ver bien la cara de los ladrones, con la ilusión de que nos podrían ayudar a identificarlos, no solo por tratar de recuperar nuestras bicicletas sino para prevenir cualquier acción delictiva por parte de estos personajes.

Ya han pasado dos meses y no hemos recibido ninguna respuesta de la Policía. Sin embargo, hemos sido beneficiados con la ayuda de nuestros compañeros de trabajo y hemos realizado varios eventos para recoger dinero.

Estos son algunos de los postres que venden Iván e Ivonne para recaudar fondos.

Después de este tipo de situaciones, el ánimo no es el mejor, pero nos ha motivado ver el interés de todos en la oficina por recolectar la mayor cantidad de dinero. Hemos realizado dos tamaladas y vendemos postres que se llaman Santo Remedio, que curan todo tipo de males con “fórmulas mágicas”. Además hemos logrado sensibilizar sobre el auto-cuidado y conocernos más con nuestros compañeros. Por si fuera poco, algunas personas externas a la oficina que vienen a reuniones o alguna otra actividad, se enteran de nuestra historia y nos buscan para ayudarnos.

Ya se han recaudado $1.100.000.

Esto ha sido el lado positivo de toda esta historia. Esto nos ha demostrado que somos más las personas honestas. Hemos recogido $1.100.000 con los cuales esperamos comprar otras bicicletas y así poder disfrutar de nuevo las ventajas de utilizarlas en Bogotá.

Gracias por leer nuestra historia. Esperamos,  que así como en nuestro lugar de trabajo, seamos más solidarios con el tema de los robos y más cuidadosos.