Este domingo veremos un gran espectáculo, pues no solo se
cumple la etapa más larga de la competencia, sino que asistiremos al duelo
entre los ciclistas y el mítico Monte Ventoux.
En total son 242,5 kilómetros entre Givors y el Ventoux,
una carrera para los escaladores puros. Al kilómetro 20,5 se encontrarán con el
pico del d'Eyzin-Pinet, de 436 metros de alto. Seis
kilómetros más adelante empieza el ascenso del Primarette. Luego vendrán 18
kilómetros en bajada, un respiro para los corredores antes del monte Lens
Lestang.
A partir del kilómetro 143 la adrenalina comienza a subir. Allí está el
pico Bourdeaux de 651 metros de altura. En el kilómetro 221 aparece el
verdadero desafío, pues comienza el duro
ascenso de 20,8 kilómetros al Monte Ventoux de 1.912 metros.
Los ciclistas respetan al Ventoux, algunos le tienen
miedo. Y no es para menos, ya que es tan alto que está calificado como fuera de
categoría y tiene una pendiente de 7,5 por ciento. Ni un solo metro de
descanso. En Francia, a este monte se le conoce como el dios del mal. En 1967 el inglés Tom Simpson murió subiéndolo, según
el dictamen médico sufrió una insuficiencia cardiaca por el consumo de anfetaminas y alcohol. Esta mezcla y la dureza de la prueba lo hicieron
deshidratarse hasta caer.
También es conocida la historia del suizo Ferdi Kübler,
que en 1955 mientras subía el Ventoux presentó alucinaciones y al bajar, episodios
de delirio y no sabía cuál era la ruta.
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