Después de subir el Alpe d'Huez viene una carrera nada fácil. La etapa de este viernes, que tiene 204,5 kilómetros entre Bourg d'Oisans y Le Grand-Bornand, está marcada por cinco puertos de montaña exigentes.
Desde el comienzo de la jornada, los ciclistas deben empezar a esforzarse, pues les esperan 21,6 kilómetros en subida para coronar los 1.924 metros de altura del Glandon. Mientras bajan los siguientes 20 kilómetros se van preparando para encarar el Col de la Madeleine, un majestuoso pico de ni más ni menos 2.000 metros. El descenso será cuidadoso, pues son 30 kilómetros para poner atención y marcha firme.
De aquí en adelante será un sube y baja contaste hasta llegar a la meta. El tercer puerto es el Tamié, que con sus 907 metros es el menos alto de la etapa. Llegan 8 kilómetros para tomar aliento, trepar 6,1 kilómetros y llegar al pico de l'Epine (947 metros).
En el kilómetro 180 aparece el último ascenso. Esta vez son 11,3 kilómetros de subida que conducen al Col de Croix Fry con 1.477 metros. Para rematar están 13 kilómetros en bajada.
Confiamos en que las piernas de Nairo Quintana resistan, luego de su brillante actuación en Alpe d'Huez, y nos alegre este viernes.
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