Que
levante la mano quién no haya sufrido un calambre. Es probable que nadie la
levante, pues todos -hasta Wiggins, Nibali, Urán o Contandor – hemos sentido
ese terrible dolor que quema y que parece eterno.
Generalmente,
los calambres se producen en las piernas. Esto es lo que sucede: la tensión es
tan fuerte que comprime los vasos sanguíneos, no fluye la sangre y, por tanto, el
oxígeno.
Pero
¿por qué se puede tensionar el músculo? Hay varias causas: esfuerzos intensos,
pedaleo prolongado o mucho calor (sudas bastante y pierdes minerales, los
cuales son vitales).
Ahora
viene la parte más interesante: ¿qué
hago para que pase el calambre?
1. Compensar la pérdida de líquidos y sales minerales.
Durante la carrera o paseo toma bebidas ricas en sodio y potasio.
2. En la medida de lo posible, evita montar en las
horas más calurosas.
3. Dosifica el esfuerzo.
4. Baja el ritmo del pedaleo.
5. Si el dolor es insoportable, baja de la bici y
estira los músculos suavemente. Masaje el músculo. Cuando vuelvas a pedalear
hazlo con calma.
Y
para prevenirlos es clave estirar antes y después del ejercicio. También es
recomendable una dieta rica en vitaminas
B2 (almendras, hígado, germen de trigo), C (naranja, limón, perejil, repollo, brócoli, kiwi), D (leche, quesos
grasos, aceite de hígado de bacalao, pescados) y B3 (legumbres).
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