¿No les ha pasado que van hacia el trabajo o la casa y justo la
bicicleta falla y no hay un espacio para arreglarla? Si nos hacemos en la
ciclorruta obstaculizamos el camino de otros biciusuarios. Si nos hacemos en el
andén los peatones se molestan (y con justa causa). No queda de otra que buscar
una calle con poco tránsito o un parque. La solución podría ser una estación
de reparación como la instalada en el campus de Berkeley.
La
estación (donde no hay mecánico, sino que el mismo biciusuario se
encarga del arreglo) está ubicada cerca de la calle Oxford con avenida Hearst y
es la primera de las tres que se instalarán en la zona de la universidad.
Se
trata de un soporte de metal de color amarillo con soportes metálicos que
permiten sostener las bicicletas. También está dotado de destornilladores,
llaves especiales y una bomba, elementos atados al soporte con resistentes
cables para evitar su robo.
Pero
si el usuario no tiene ni idea de mecánica, la estación cuenta con un sistema que
permite conectarse desde un smarthphone y consultar instrucciones para hacer la
reparación.
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